La pequeña empresa necesita estrategia

La pequeña empresa necesita una administración organizada y sistemática aún más que la “gran” empresa. Sobre todo necesita “estrategia”. La pequeña empresa no puede permitirse ocupar un lugar marginal. Pero este es el peligro que la amenaza siempre, por lo tanto debe elaborar una estrategia que le confiera una diferenciación. Debe encontrar un nicho específico de mercado, en el que posea una cierta ventaja competitiva, y que por lo tanto le permita afrontar la competencia.

La estrategia debe residir en cierta excelencia específica, por ejemplo una capacidad para prestar un servicio, o corresponder a una tecnología específica.

La primera condición cuando se administra una pequeña empresa es concentrarse en su actividad preponderante. El segundo requerimiento es que la pequeña empresa organice y estructure las tareas de la dirección. Lo anterior significa que debe contar con un equipo de alta dirección. Necesita asegurar que el grupo de administración sepa identificar las actividades fundamentales, las metas de cada una, y quien es responsable de la ejecución del trabajo.

La pequeña empresa tiene recursos limitados, sobre de todo de personas eficaces. Por lo tanto, la concentración es esencial. Y a menos que se identifiquen claramente las actividades fundamentales y se asignen como responsabilidades, los recursos se dispersarán  en lugar de concentrarse.

En una pequeña empresa el gerente general debe estructurar su trabajo de modo que disponga de tiempo para dos tareas que nadie más puede cumplir. Necesita disponer de tiempo para tratar con los principales miembros de la empresa. Y también necesita tiempo para el mundo exterior, para el mercado, el cliente y las tecnologías.

La pequeña empresa necesita un sistema de control e información, comprobar que sus recursos se despliegan allí donde aportan resultados y desempeño económico. Su capacidad para obtener recursos adicionales también es limitada. Necesita conocer con mucha anticipación cuando y donde aumentarán sus necesidades financieras. No puede permitirse situaciones de iliquidez y súbita necesidad de dinero. Necesita estar al tanto de los principales cambios sobrevenidos en su ambiente. Su éxito depende de su posición preferencial en un nicho de mercado. Por lo tanto debe conocer todas las posibilidades de cambio del sector en el que participa.  Necesita conocer la productividad de sus recursos, la productividad de las personas, la del capital, la productividad de las materias primas, de los suministros y la rentabilidad de sus clientes.

Una pequeña empresa necesita unas cuantas cifras precisas que relacionan la condición actual de la empresa y el despliegue actual de sus recursos principales con procesos futuros anticipados, tanto para identificar oportunidades como para prevenirse de riesgos, y esto solo se consigue si formula una clara estrategia de negocio.

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